domingo, 5 de junio de 2011

[Relato] Diario del Metal (Cap 3)

15 de Mayo de 2011


Ese día me desperté sobre la mesa del escritorio. La llamada de Marco confirmando que se unía despertó en mí miles de planes, los cuales fui apuntando en mi libreta. Me levanté de la silla, lo recogí todo, me di una ducha y me preparé unas tostadas. Mientras las preparaba llamé a María.


-¿Quién es?-reconocí su voz.

-Soy yo.

-Hola cariño-parecía alegre al oírme-¿Cómo va todo por allí?

-Sin novedades, no he destrozado la casa ni nada por el estilo-se rió-¿Y a tí?.

-Muy bien.

-¿Cuándo vuelves?

-Mañana por la tarde, estoy deseando verte.

-Y yo, te echo de menos.

-Yo también. Oye te dejo que estoy ocupada ¿vale?. Hasta mañana.

-Adiós.


La verdad es que la echaba mucho de menos. Era la única persona que siempre estaba ahí cuando estaba mal. Era una persona divertida , inteligente y sencilla. En definitiva, era un remanso de paz cada vez que el mundo me daba guerra.


Desayuné y me puse a trabajar en un trabajo de la universidad sobre La Segunda Guerra Púnica. Cuando intentaba explicar la estrategia de Aníbal en La Batalla de Cannae sonó el móvil.


-¿Quién es?

-Soy Marco¿te cojo en mal momento?

-Haciendo un trabajo pero no pasa nada ¿Qué quieres?

-Me gustaría quedar hoy contigo para hablar del grupo y demás-dijo tímidamente.

-Claro¿te parece bien a las 7?

-¿Dónde?-preguntó.

-Aquí en mi casa, te recojo¿vale?

-Vale, a las 7 entonces.

-Adiós.


A las 12:00 dejé el trabajo. Tenía ganas de escuchar algo de música y cogí el "Dark Side of the Moon" de Pink Floyd y lo puse en el equipo mientras me echaba unas partidas a la Xbox 360. Después me vestí y bajé a comer a un bar que había en la misma calle de mi casa.


-Hombre, si es Roberto¿La misma mesa de siempre?

-Sí.


El dueño del bar era amigo de mi padre y me conocía desde pequeño. Por casualidades de la vida él alquiló el local en la misma calle donde yo alquilé mi piso.


-¿Qué vas a querer?-preguntó libreta en mano.

-Filete con patatas y un vaso de agua

-Marchando


La comida estaba buenísima como siempre. Al acabar, me despedí del dueño y subí de nuevo. Eran las 15:30, así que me puse a leer hasta que llegara Marco.



Marco llegó puntual. Le ofrecí algo de beber pero lo rechazó, nos sentamos en el salón. Empezó a hablar.


-Roberto ¿Qué planes tienes?

-¿Qué quieres decir?

-Los que nos dedicamos a la música tenemos el sueño de vivir de ella. Un grupo puede perseguir ese sueño o rendirse y tocar como hobby.

-Eres ambicioso-afirmé.

-¿Entonces?-preguntó.-¿Cuál es tu plan?

-Mi plan es crear el mejor grupo de los últimos tiempos-se quedó atónito.-Entienderás que si mi plan funciona tendrás lo que quieres.

-Enn...entiendo. ¿Y cómo empezamos?

-Habrá que buscar más componentes-dije mientras me servía más bebida.-Creo que deberiamos de buscar un bajista.

-Yo puedo colgar un anuncio en Internet y buscar gente por foros y demás. Podemos hacer un casting después para elegir candidato.

-¿Para cuándo?

-Para el miércoles creo que tendré suficientes. ¿Dónde haremos el casting?

-Del sitio me ocupo yo.

-Bueno, pues hasta el miércoles.-me dió la mano-.

-Adiós.


Al poco de rato de irse Marco sonó el timbre.


-¡Sorpresaaaaaaaaa!


Era María, la alegría recorrió todo mi cuerpo.


-¿Qué haces aquí?¿No venías mañana?

-Te mentí, era una sorpresa-dijo sonriendo.


Nos dimos un fuerte abrazo y nos besamos. La ayudé con el equipaje y nos sentamos en el sofá.


-Tengo que contarte algo que me ha pasado este fin de semana.

-Cuenta cuenta-parecía expectante-.

-Verás...............



18 de Mayo de 2011


Marco me llamó por la mañana diciéndome que tenía a todos los candidatos preparados para hoy,le confié la elección de todos ellos. Buscó y anunció en páginas como MySpace o Facebook.

Seleccionó en base a edad (de 20 a 30 años), experiencia en grupos y gustos musicales. Eligió a 10 bajistas.


Cuando salí de la universidad lo recogí y nos fuimos a la tienda de Carlos, pues el casting iba a ser en la parte de atrás de su tienda.


-Tendré comisión ¿no?-dijo Carlos

-Cuando seamos famosos si eso te firmaré un disco-bromeé.

-Pasad, lo he dejado todo preparado. Yo iré recibiendo a los que vengan.

-Gracias Carlos, te debo una.

-No es nada.

-Por cierto, dentro están esperando tus amigos.

-¿Qué amigos?-preguntó Marco.

-He llamado a mi antiguo profesor de guitarra y su grupo-respondí.-Son un grupo experimentado. Los bajistas que se presenten tendrán que tocar con ellos.¿Pusiste en el anuncio las canciones que te dije que se prepararan?

-Children of the Grave y For Whom the Bell Tolls ¿no?

-Exacto, con esas dos me basta. Entremos.


Era una sala pequeña. Allí estaban los amigos de mi padre esperando.


-Hola chaval-dijo mi antiguo profesor.

-Hola Paco ¿cómo va todo?

-Creí que querías retomar los estudios de guitarra cuando recibí tu llamada-sonrió.

-Al final me decanté por la voz. Era muy malo tocando. ¿Cómo va todo?

-Estamos preparados. Hemos venido todos menos el bajista y el guitarrista, tal como dijiste.

-Muchas gracias Paco, te debo una. Esto es muy importante.


Al fondo de la sala había una sala con una mesa y dos sillas, donde Marco y yo nos sentamos. Llegó el primero.


-Nombre y edad, por favor.

-Me llamo Ezequiel y tengo 20 años.


Venía con una camiseta de Iron Maiden y unos pantalones negros. Llevaba dos pulseras y un collar de pinchos y tenía el pelo largo.


-Cuéntanos algo más sobre tí Ezequiel.

-Pues eso tío, llevo tocando el bajo 3 años. Me gusta todo lo que sea Metal, sobre todo el Black y el Death Metal. Odio a los canis y su música, sobre todo los que...

-Ya es suficiente-lo interrumpí.-Puedes irte.

-Si ni he tocado...

-No has pasado el test personal, fuera.

.Pero..

-Fuera.

-Vete a la mierda tío.


Se fue visiblemente enfadado.


-¿Qué haces?-preguntó Marco.-No le has dado tiempo ni a sacar el bajo.

-Marco, no quiero un incomprendido en mi grupo¿entiendes?. La mierda de la guerra entre heavys y canis y todo ese rollo se tiene a los 15 años. Si dura hasta los 20 te conviertes en un marginado social, que necesitas insultar a otras personas ajenas al modo de vida que llevas para sentirte identificado. No quiero heavys de pacotilla en mi grupo, sino músicos.

-De...de acuerdo.


Poco después entró el segundo. No había mucha diferencia con el anterior, excepto en la camiseta, que esta vez era de Megadeth y que no llevaba collar y pulsera de pinchos.


-Nombre y edad por favor.

-Soy Juanma y tengo 21 años.

-Cuéntanos algo más sobre tí.

-Bueno, llevo tocando desde los 16 años. Me gusta el Power Metal, el Metal melódico, el Metal extremo, el Doom Metal, el Trash, el Metalcore melódico...


Perdí la cuenta de tantos subgéneros que dijo. Nunca fui amigo de dividir el Metal en tantos géneros, para mí solo existía el Heavy Metal, nada más.


-Ya basta ¿Sabes las canciones que tienes que tocar?

-Sí

-Adelante.


Observé que iba a tocar con púa, lo cual era un punto en contra, ya que no me gustaban los bajistas que no tocaban con los dedos. Aún así, no le interrumpí. Children of the Grave no la tocó mal, aunque en For Whom the Bell Tolls tuvo varios errores pequeños.


-¿Qué te parece?-pregunté a Marco.

-No toca del todo mal-respondió.

-Eso no nos sirve. Marco, no buscamos alguien que no toque mal, buscamos alguien que nos asombre tocando.


Me dirigí a Juanma.


-Lo siento, no tocas mal pero no nos has convecido.

-No pasa nada-parecía que ya se lo habían dicho más veces.

-Adiós


Los otros que le siguieron no fueron muy diferentes. Unos tocaban mejor y otros peor, pero ninguno me convencía.


-Así nunca vamos a conseguir un bajista-comentó Marco.

-Debemos de actuar de este modo. Sólo así crearemos un gran grupo. No queremos un bajista normal y corriente, queremos uno que sea la hostia.

-Ya has despachado a 9. Queda uno pero parece que no viene.


Esperamos un poco, pero no vino. Lo recogimos todo y despedí a Paco y su grupo agradeciéndole la ayuda. Carlos mientras cerró la tienda. Después nos quedamos en la parte delantera de la tienda Carlos, Marco y yo.


-¿Ahora que vais a hacer?-preguntó Carlos.

-Supongo que buscar más-dijo Marco.

-¿Queréis algo de beber?

-Te lo agradecería-contesté.


De repente alguien golpeó la puerta de la tienda.


-¡Está cerrado!-gritó Carlos.

-¡Vengo por lo de al audición!-se oyó desde fuera.


Carlos nos dió las bebidas y abrió. Entró un tipo muy alto, superaba por poco los 2 metros. Tenía el pelo rapado y barba. Llevaba puesto lo que parecía un mono de obra. Parecía exhausto


-Siento llegar tarde, he tenido qe trabajar de más hoy.

-Toma una birra, parece que la necesitas.

-Gracias.

-Lamentablemente llegas tarde-afirmé-El grupo con el que hemos hecho las audiciones se ha ido.

-Venga tío, dame una oportunidad.

-Dásela, no perdemos nada. Yo tengo ahí la guitarra, ponemos la batería y otra guitarra grabadas y listo.-dijo Marco.

-De acuerdo. Vamos a la parte de atrás.


Fuimos de nuevo a la sala, mientras me ocupaba del candidato Marco y Carlos lo preparaban todo.


-Nombre y edad.

-Me llamo Pablo y tengo 26 años.

-Cuéntame algo más sobre tí.

-No tengo mucho que contar. Me gusta el Rock y el Jazz. Toco el bajo desde los 10 años, debido a que mi padre también era bajista y actualmente trabajo en la empresa constructora de mi primo.

-¿Cuáles son tus aspiraciones?-pregunté.

-Triunfar lo antes posible para dejar la mierda de trabajo que tengo ahora.

-Está bien, adelante.


Marco ya estaba preparado. Pablo calentó un poco los dedos antes de ajustarse el bajo y empezaron a tocar. Me bastó unos minutos para saber que ahí estaba nuestro bajista, desprendía energía en cada nota que tocaba, mantenía los tempos perfectamente, tenía una técnica sublime y además en Children of the Grave se permitió un pequeño solo que despertó nuestros aplausos. Cuando terminó se acercó a mí y preguntó.


-¿Qué tal lo he hecho?.

-Estás dentro-afirmé.

-No te entiendo.

-Que estás dentro. Eres un gran bajista, y no sólo por la altura.


De repente se puso a saltar de alegría y nos dio un abrazo a todos.


-Gracias, esto es muy importante para mí.

-Y para nosotros, no sabes cuanto-dijo Marco.

-¡Venid, vamos a beber algo para celebrarlo!-gritó Carlos desde la otra parte de la tienda.

-Venga vamos.


Y así fue cómo conocimos a Pablo, el grandote. El plan cada vez iba tomando más forma, y yo cada vez tenía más ilusión. Tenía al mejor guitarrista y bajista posibles.

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